Con un aerogenerador como escenario principal, estas dos empresas navarras hemos puesto en marcha una experiencia lúdica e inmersiva única en el mundo, donde los participantes deben resolver diversas incidencias que emulan la realidad al detalle. Ahora, tras la buena acogida inicial que ha tenido la iniciativa en algunas grandes compañías, SiG Coop y Ventum Academy prevén ofrecerla al resto del tejido empresarial del sector.
Artículo original de Patricia Ruiz
Pamplona – 14 marzo, 2024 – 19:07
SiG Coop y Ventum Academy han desarrollado una experiencia lúdica e inmersiva única en el mundo. (Fotos: Víctor Ruiz)
Ya está en marcha la primera experiencia inmersiva del mundo en un aerogenerador que, a través de un divertido ‘escape room’, pone a prueba los conocimientos y habilidades de los profesionales del sector eólico. En las instalaciones del centro de Formación Práctica Técnica de Alto Nivel Ventum Academy, las personas participantes deben enfrentarse a un gran desafío: adentrarse en el corazón de un aerogenerador y resolver problemas técnicos de gran magnitud en apenas dos horas.
Este singular proyecto ha sido ideado por la consultora navarra de integración en red y simulación SiG Coop y se ha materializado con la participación y colaboración de Ventum Academy. «Es un reto estimulante y divertido, que prepara a los profesionales para incidencias que tienen que resolver en el mundo real. Creemos que es algo que no se ha hecho nunca», explica Xabier Barón, socio y cofundador de la firma.
El diseño de esta formación responde al reto de aportar «experiencia de campo» a equipos donde lo habitual es que al menos el 70 % de la plantilla tenga una relación más teórica que práctica con la tecnología. «A raíz de esta necesidad, creamos esta inmersión lúdica donde emulamos esa experiencia real, con tecnología, procedimientos, necesidades de trabajar en equipo, etc», agrega Barón. Así comenzó a gestarse la iniciativa.
APRENDER Y ENTENDER
Desde 2015, año en el que se fundó la consultora, la formación siempre ha sido una de sus propuestas de valor. «En un sector ultraespecializado, es importante que los clientes entiendan la tecnología en su conjunto. Queremos que aprendan; entiendan; y que, al vivir la formación desde las emociones, no se les olvide», expresa el socio de la cooperativa con firmeza. Bajo esta filosofía, nació ‘Salvar al aero R1-AN’, este escape room que combina «la parte racional con la emocional» del sector eólico.
«En un sector ultraespecializado, es importante que los clientes entiendan la tecnología en su conjunto para aprender mejor»
«Se nos ocurrió reproducir la relación entre un centro de control y un parque eólico sin necesidad de mandar gente lejos ni que tenga que subir a las alturas», rememora el cofundador de la consultora. En colaboración con Ventum Academy, en cuyas instalaciones se desarrolla el ejercicio, el equipo de SiG Coop se puso manos a la obra.
Después de un año trabajando en la propuesta, el primer grupo de intrépidos especialistas se lanzó a la aventura el pasado enero. Equipados con sus protecciones reglamentarias, como trajes, cascos, guantes y gafas de protección, ingenieros pertenecientes a un centro de control de energías renovables afrontaron el desafío. «Valoramos mucho la buena acogida que está teniendo nuestro proyecto entre las grandes empresas que lo han probado», subraya Barón.
PROCEDIMIENTOS REALES
La dinámica del escape room se proyecta a partir de tres roles que el grupo, formado por unas ocho personas, debe repartirse en función de sus aptitudes y conocimientos: «Hay distintos roles en la prueba, que incluyen la subida a la máquina. Y se trabaja con procedimientos reales, todo es exactamente como sería en la realidad, y tangible».
La comunicación es clave para superar con éxito el desafío. Especialmente porque las personas participantes ocupan distintos roles que manejan informaciones separadas, por lo que escuchar, compartir y ponerse de acuerdo son necesidades vitales de cara a solventar el reto. «También tendrán que explorar escenarios reales de los que obtener información, exactamente como tendría que hacerlo un equipo desplazado a campo. Víctor Baquero, general manager y formador de Ventum Academy, guía el ejercicio dentro del aerogenerador, siguiendo y evaluando su actividad en todo momento», recalca Barón.
La prueba posee una ambientación que ayuda a los profesionales a «entrar en el papel», sin perder nunca de vista que «la seguridad es lo primero». «Se siguen de manera precisa y estricta todas las directrices que se trabajan en la empresa porque, en esta prueba, la seguridad es lo único con lo que no se juega», remarca.
Pero «lo más interesante viene después, cuando la prueba termina». Entonces, el equipo tiene la oportunidad de analizar su comportamiento y los errores cometidos: «Es importante que vean y entiendan qué han hecho bien y en lo que pueden mejorar», valora el representante de SiG Coop.
Los especialistas, además de potenciar sus habilidades técnicas, fortalecen soft skills como el trabajo en equipo, la adaptación o la creatividad como claves para la resolución de problemas. «Hasta ahora han participado cinco grupos, es decir, unas treinta personas. Estas primeras evaluaciones han sido muy buenas. La euforia de los participantes al terminar la actividad es palpable y han valorado positivamente la formación», detalla Barón.
Tras la buena acogida inicial que ha tenido el escape room, SiG Coop y Ventum Academy ya están planeando abrirlo al resto del tejido empresarial del sector eólico. Asimismo, aunque por ahora la actividad posee un claro carácter técnico, «esta experiencia está diseñada para un centro de control puntero». Barón anuncia que tienen previsto «descafeinar» un poco la prueba y adaptarla a otros perfiles de la industria.
«Esta es una gran oportunidad para muchos equipos que trabajan en el sector renovable pero no lo viven tan desde dentro, como equipos de compras o gestión de personas. Al fin y al cabo, no solo los ingenieros pueden aprender con los sentimientos y participar de manera activa en un ejercicio instructivo. Es una formación original, divertida y, sobre todo, ajustada a la realidad», concluye.